Círculo de Seguridad Parental

Acudí al COSP para intentar mejorar la relación con mi hijo de 8 años. Desde pequeño ha sido muy activo y nervioso, pero a medida que iba creciendo la convivencia se deterioraba porque le cuesta acatar normas y reacciona de forma violenta cuando se frustra.

El COSP me ha ayudado a comprender muchas cosas, que, aunque parecen obvias, no siempre somos capaces de ver claramente debido al agotamiento físico y mental que sufrimos a diario:

La primera, que es un niño de 8 años y necesita nuestra ayuda. El COSP me ayudó a distinguir claramente a en qué momentos necesitaba acudir al refugio seguro para recibir cariño, atención, consuelo, reconocimiento… y en qué momentos necesitaba explorar y descubrir la vida por sí mismo.

El COSP también me ayudó a entender que mi estado de ánimo personal y el de mi pareja influía de forma tremendamente directa en la respuesta de nuestro hijo. De este modo fui capaz de entenderme y controlarme mejor para poder ayudar mejor.

Por último, el COSP me ofreció una perspectiva global mucho más optimista de la que solía tener mirando a corto plazo. Tengo un hijo sano, alegre, sociable, con muchísimas virtudes que no puedo hacer olvidar cuando se descontrola.  Con las herramientas del COSP aprendí a manejar mejor las situaciones de conflicto. Todavía sigo en proceso de aprendizaje y mejora, pero los avances son considerables.

Conocer el Círculo de Seguridad me ha permitido aprender a «ser manos» de mis hijos, es decir, a ser su sostén, su apoyo para explorar y su refugio para volver. Ver el círculo en mis hijos me ha dado seguridad y confianza como madre.

Han desaparecido muchas de las dudas y miedos que tenía sobre cómo estaba criándolos. Ahora sé que puedo equivocarme y arreglarlo sin dañar nuestra relación gracias a las herramientas y la mirada que te aporta el COSP. Me queda mucho por integrar pero este cambio de mirada ha supuesto una mejora en la relación con mis hijos.

El COSP me ha ayudado a darme cuenta de las limitaciones que tenía en la crianza de mi hija, a reconocer cuáles son los momentos en los que se me activa lo que aquí llaman “música de fondo” (shark music), que no es más que situaciones clave en las que sientes rabia, ansiedad, miedo….  Y que muchas veces ocurren cuando más te necesita tu hijo/a.

Como es un curso que se realiza en grupo a mi me ha resultado muy enriquecedor no solo por el hecho de compartir experiencias, sino para darme cuenta que no estoy sola en esto, que no es solo a mí a la que le cuesta interactuar con su hija, sino que hay muchas madres que están en mi misma situación y que estamos trabajando para un fin común que es conseguir que la relación con nuestros hijos/as sea fluida y que ellos encuentren en nosotros ese apoyo seguro que durante tanto tiempo han reclamado.

Me queda un camino largo aún para asentar todo lo que en el COSP he aprendido y poder ponerlo en práctica, pero ahora soy consciente de que puedo lograr grandes cambios en mí personalmente y por ende en la unión con mi hija y hacer que esas idas y venidas de ella por el círculo de seguridad, sean sanadoras y no ya un recorrido lleno de espinas. Gracias Arwen por ofrecerme estas herramientas tan valiosas y llenas de luz después de tanta tormenta.

Decidí participar del COSP porque me atrajo su modo sencillo de transmitir algo tan complejo y tan fundamental como es el vínculo de apego. La relación con los demás, con mis hijos, mi pareja, mis amigos, etc…

La vivencia de estas 8 semanas ha sido un regalo para mi y para las personas con las que me relaciono y a las que amo.
He aprendido y he integrado que hay unas necesidades que nos son legítimas desde que nacemos, que siempre están y que yo no siempre podía ver porque el que en mi infancia mis propios cuidadores no lo pudieran ver, me había cegado para identificar esas necesidades en mi y en los demás.

He descubierto que al poder empezar a identificarlas y poder cubrirlas en mi y en mis hijos y en mi pareja, aparece la energía amorosa que siempre está ahí, pero que a veces se veía interrumpida porque sucedía una desconexión en el identificar qué necesito, qué necesitan y en cubrirlo.

Ahora me siento más plena en la relación con mi familia, puedo disfrutar y puedo hacerme cargo cuando es necesario sintiéndome más grande, más fuerte, más amable y más sabia.
Estoy muy agradecida al COSP, a mis compañeras de viaje y a Arwen por ser unas manos equilibradas.